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jueves, 14 de mayo de 2009 / 2.284 lecturas
La inopia del urbanita es lo que tiene: que uno no se sabe cuando llega la primavera. Si bien los manuales dicen que la primavera llega cuando lo dice El Corte Inglés, la primavera llega cuando lo dicen los alérgicos (que de ésto saben un rato).
Para el resto de los mortales, la primavera más que una cuestión de pólenes es una cuestión de muslos y pechugas -siendo mundanos-. Obviando el chiste verde, tan solo alejándonos del asfalto sentiremos que la primavera ha estallado por doquier: los campos explotan en verde y la naturaleza sigue su ciclo.
Y es que tan solo en el pueblo uno percibe que la primavera ha llegado para quedarse. Es lo que tiene vivir apegado a la tierra.
Los chopos a punto de hacer volar sus pelusas:
Las aliagas serpentean toda la falda del Hotel de abajo:
Y las amapolas salpican de color los campos de Matillas (la foto es del año pasado, este año están de barbecho).
La primavera, es lo que tiene.
Nota: Para los inquietos, con este episodio damos carpetazo al espíritu bucólico-pastoril.
La próxima semana traeremos una sorpresa. Tan solo tres palabras: Solteros contra casados. Permanezcan en sintonía
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Este artículo fue escrito el jueves, 14 de mayo de 2009 a las 10:39 y está guardado en la categoría Curiosidades, Inclasificable. Puedes seguir los comentarios de este artículo con el RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.
comentó el 17 de mayo de 2009 a las 9:36
Dani, las actuaciones sobre los pasos a nivel servirán para mejorar la información proporcionada por éstos.
Así se conocerán en tiempo real las incidencias de los pasos a nivel por medio de comunicaciones inalámbricas. También tendrán un registro histórico centralizado para poder actuar en ellos de forma preventiva.
De cualquier modo, estas modificaciones no serán cambios físicos sobre los pasos a nivel.