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Desfaciendo entuertos

martes, 30 de agosto de 2011 / 2.338 lecturas

Post dedicado a Conchi L.

Hace unos días, en una de esas charlas al tomar el fresco, Conchi comentaba que en el libro que estaba leyendo “La memoria del agua”, se nombraba Matillas. El fragmento es tal que así:

(…) El inglés había aterrizado en Matillas envuelto en el humo de la Compañía Angloespañola de Cementos Portland «El León», que invadía media Alcarria, para aleccionar a sus trabajadores en el uso de una maquinaria que alumbraba el mejor cemento blanco de España(…)

Antes de entrar en profundidades, les comentamos que en La memoria del agua, Teresa Viejo -su autora- narra un par de historias que tienen como nexo común La Isabela, un balneario de aguas termales que acabó sumergido bajo el pantano de Buendía.

 
Conchi había observado que Teresa Viejo se había confundido al decir que el cemento blanco salió de Matillas desde los años 20, porque según Conchi -y los allí presentes- el cemento blanco no se había producido aquí hasta los años 70.

Esa tarde se llegó a la conclusión que el libro no era del todo fidedigno con el cemento blanco de Matillas. Es más, en ese momento Miguel le sugirió a Conchi que se pusiera en contacto con la editorial para subsanar el error. A lo que Conchi le comentó que “Sí, no van a tener otra cosa que hacer que corregir todos los libros…”

Pues bien -sin saberlo Conchi y para darle una sorpresa- buscamos la forma de contactar con la autora para hacerle notar el desliz. Así que -con vanas esperanzas- le enviamos a Teresa Viejo un correo tal que así:

Hola Teresa,

Nos ha encantado su libro "La memoria del agua", pero hemos de indicarle un gazapo.

A principios del capítulo XII usted indica en los años 20:
"El inglés había aterrizado en Matillas envuelto en el humo de la Compañía Angloespañola de Cementos Portland «El León», que invadía media Alcarria, para aleccionar a sus trabajadores en el uso de una maquinaria que alumbraba el mejor cemento blanco de España"

Indicarle tan solo que el cemento blanco no se fabricó en Matillas hasta 1975, pocos años antes de su cierre en 1985. Hasta entonces el único cemento producido allí era el cemento gris y cemento "PAS", parecido al gris pero más fuerte.

Muchas gracias por todo.

Al cabo de dos días ¡oh sorpresa! recibimos la carta de Teresa Viejo en el buzón:

Muchísimas gracias por su mensaje y por la lectura tan detallista de mi novela; es un lujo encontrarse con lectores como usted.

Le diré, en respuesta al dato que me traslada, que existe una tesis doctoral elaborada por el sociólogo Pablo López Calle, en la que se cuenta que fue el cemento blanco la principal actividad de El Leon durante la década de los 20, de hecho insiste en que era uno de los mejores de Europa y que se empleaba para elaborar pavimentos. Fue en ese trabajo donde me documenté, pero quizá tenga usted razón porque la teoría a veces no se ajusta a la práctica.

Le ajunto la referencia de la tesis por si quiere ojearla, puesto que se encuentra en internet:

(PATERNALISMO INDUSTRIAL Y DESARROLLO DEL CAPITALISMO: LA FÁBRICA DE CEMENTOS EL LEÓN DE GUADALAJARA, 1900 – 1930)

Gracias de nuevo por su complicidad y hasta una próxima novela,

Teresa Viejo

Conchi, aquí tienes tu respuesta.

¡Muchísimas gracias Teresa! Nos quedamos ojipláticos al ver que nos habían contestado personalmente. Y es que Internet puede ser maravilloso.

Bueeeeno, a lo que íbamos, antes de contactar con Teresa Viejo ya habíamos indagado en la tesis de Pablo Calle y las referencias que encontramos no concretan que el cemento blanco se produjera en los años 20, sino mucho más tarde:

Pág. 13:
Estuvo allí durante toda su vida hasta el cierre de la planta, menos una
temporada que lo tuvieron para aprender a hacer sondeos en las nuevas canteras de yeso que se abrieron al otro lado del valle, en las montañas opuestas al Gurugú, cuando se empezó a fabricar también cemento blanco en los años cincuenta.

Pág. 86 (nota al pie 112):

Cuando se comienza a producir cemento blanco, en 1975, la extracción de caliza se realiza también al lado opuesto del valle, donde la calidad de la caliza es adecuada para el nuevo tipo de cemento, y es traída mediante camiones.

…Ahí dejamos el apunte.

En este caso, ya saben: el destino no era lo importante, sino el camino.

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Este artículo fue escrito el martes, 30 de agosto de 2011 a las 19:41 y está guardado en la categoría Curiosidades, Historia(s). Puedes seguir los comentarios de este artículo con el RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.