La mayoría de los árboles que acompañaban el paseo desde el Fénix hasta la estación han sido talados. Aunque quedan algunos en pie, prácticamente todos han caído fruto de la sierra de la Diputación:
Aunque a primera vista pudiera parecer que talar árboles sanos es un hecho sin sentido, nos han comentado que esos árboles suponían un serio peligro para las tuberías de agua. Es por esta razón que se han talado.
Como bien sabrán, las raíces buscan la humedad y acaban enredándose en las tuberías y las acaban rompiendo. Y bueno, ya saben: muerto el perro, se acabó la rabia.
Si bien recuerdan, un conflicto parecido pasó en Los Pozos, cuando las raíces de las acacias (otra especie) levantaron el hormigón del suelo y acabaron destrozando la calle: [1]
Quizás estas situaciones sean las necesarias para seleccionar mejor qué árboles plantar al pie de la calle. Y saber qué se puede plantar y qué no.
Todavía desconocemos si está previsto hacer una selección de nuevos árboles para replantar o bien se quedará como está.
En otro orden de cosas, y aprovechando la tesitura, se amortizó el viaje para podar los árboles del parque, que quizás les hacía falta un buen corte:
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