Es desolador ver lo mal que le está sentando el paso del tiempo a la iglesia de Matillas La Vieja. Aunque su estado es bastante decrépito desde hace mucho tiempo, en los últimos años su deterioro ha ido en terrible aumento:
Desde que el último habitante de Matillas La Vieja bajó a La Estación, el destino de la iglesia de Nuestra Señora de La Blanca ha pasado por las fases del abandono, al expolio y finalmente a la decrepitud.
Como saben, el techo hace mucho tiempo que cedió, y las grietas han empezado a poner en serios aprietos el devenir del edificio.
Y es que en pie desde el siglo XIII, ejemplo del románico tardío, la iglesia ha visto guerras, invasiones, hambrunas y epidemias. Sin embargo, el siglo XXI no le está sentando nada bien.
Lamentablemente, si nada o nadie lo remedia, algún día la caída del campanario atronará en La Estación por un tiempo que ya se fue y no volverá.
NOTA: Irónicamente, se está pagando religiosamente un seguro por las ruinas de la iglesia [1]
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