Prueben a acercarse a la estación de Renfe. Sí, esa que está cerrada a cal y canto.
Vayan por el lado de los aires acondicionados.
Escuchen.
¿Oyen algo?
(…)
Pues sí, a pesar que en la estación no hay nadie, las máquinas de aire acondicionado funcionan a todo tren.
La razón no la sabemos, quizás sean los servidores que deban estar fresquitos… Quizás.
Ya lo dice el refrán: Expendedor de harina, recogedor de salvado
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