En eso que paseando por el monte nos encontramos con una compañera por el camino. No hablaba, estaba espantada de miedo:
Así que se encaramó a un arbusto, y comenzó a posar a lo Pecado Original. Tan solo le faltaba la manzana:
Y llegó el momento de despedirse. Buenas noches, señora.
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