Cuando vuelves a Matillas La Vieja asumes que no vas a encontrar nada nuevo. Las únicas novedades que te pasan por la cabeza es si todavía aguantará la Iglesia en pie o si algo nuevo se ha caído. Algo lógico… el tiempo no perdona.
Sin embargo, lo que no te esperas son signos de vandalismo en un pueblo que ya poco tiene en pie (de expolio no hablaremos… que a no ser que se lleven las piedras, poco van a expoliar ya).
Pues bien, hace unos días nos dimos un paseo por allí arriba y así nos encontramos todas y cada una de las puertas de Matillas La Vieja.
Pintadas que marcan vete a saber qué. Pintadas que ensucian el patrimonio.
Que sí, que son piedras y ruinas, pero aunque el pueblo esté abandonado, no significa que no lo queramos. Porque esté como esté, esas ruinas son Matillas La Vieja.
Por eso nos duele que destrocen el pasado de Matillas. Porque taggear paredes es un sinsentido… y más allí arriba. Ya les digo a los que allí busquen algo que no se van a encontrar nada, que todo se lo han llevado ya.
Y por favor, respeten nuestro pueblo.
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