En la dura posguerra española, el tren era el medio más habitual para viajar. El más económico, rápido y seguro. Gracias a la fábrica, Matillas era una de las estaciones con más movimiento de la zona, tanto de pasajeros como de mercancías.
Jueves 20 de Diciembre de 1945, vísperas de Navidad.
El Rápido nª 801 Barcelona-Madrid había salido de la ciudad condal a las 8 menos tres minutos. Debía llegar a Madrid bien pasada la medianoche.
Son las once de la noche y cae un fuerte temporal sobre Matillas.
Un mercancías maniobra en la estación.
El Rápido va a llegar a Matillas.
El disco de señales obliga a parar al Rápido.
Sin embargo, el maquinista del Rápido no ve la señal…
No frena…
El choque es inevitable…
El rápido arrolla al mercancías. Ambos descarrilan.
El vagón de primera del rápido queda totalmente destrozado, debido al choque y porque el vagón restaurante pasa por encima de él. Las consecuencias son terribles.
A pesar de los primeros auxilios realizados por los vecinos y de la intervención de los servicios de emergencias, el balance fue trágico: nueve muertos y veintiún heridos.
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- Toda la información ha sido extraída de la Hemeroteca de La Vanguardia [1]
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