(Lo bueno de tener una página sin ninguna obligación o compromiso es que literalmente se puede escribir lo que a uno le venga en gana. Hoy es el caso
Ains qué recuerdos: las noches a la fresca, esas siestecitas, esos vermuses, esas fiestas… Lamentablemente, todo tiene un final, aunque cueste asimilarlo. Y como extra, envuelto para regalo, un lindísimo síndrome posvacacional.
Bueeeno… como decía la canción: ¡Arriba, arriba non ti preocupare! que grais a Dios todo volverá. Palabrita: Las vacaciones «pronto llegarán, y yo te veré y tú me verás».
Y todo este discurso para poner el final de Verano Azul, que ahora nos viene al pelo. Ah! ¡Que viva la catarsis colectiva! (son solo 5 minutejos de nada):
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