El dilema era morrocotudo, a la misma hora que daban el fútbol, Belén Esteban se confesaba en televisión. Ante tal tesitura, Matillas debía decidir: o fútbol o Belén. Ganó la de San Blas.
¿Me entiendes?
Nota: Cualquier parecido con la realidad SÍ es pura coincidencia
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