Les voy a contar una anécdota:
Un vecino de Matillas quiere cambiar el tejado de su casa. Así que habla con un albañil para que le haga el apaño del tejado, o sea, desmontarlo, sanearlo y dejarlo en condiciones.
Pues bien, para sorpresa del vecino, el albañil le dice que le compra todas las tejas viejas a muy buen precio: por cada teja vieja le da una teja nueva. El vecino solo tendrá que pagar la mano de obra y material necesario (tela asfáltica, cemento y tal y tal).
¿Sorprendidos? Nosotros también.
Ya no hacen las cosas como antes. Sea por lo que sea (exclusividad, calidad o impermeabilidad), las tejas antiguas están bastante buscadas. Tejas hechas a mano que harán las delicias de los neorurales. Tejas con solera y denominación de origen. Ah! en Matillas también tuvimos nuestro tejar [1].
Más de lo mismo pasa con los mosaicos [2] que tapizaban los suelos de las viviendas. Despreciado por el más moderno gres, ahora se convierte en tendencia de moda. Lo más chic es el revival de lo antiguo. Y los suelos de alabastro son lo last. Ahora, a reivindicar el mosaico de Matillas [3]!
Cambiando de tercio: ¿Alguien sabe qué pasa con los colchones de lana? Porque ahí hay tela para cortar…
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