Mónica S. nos ha enviado un texto en el que expone algunos aspectos sobre la convivencia con la fábrica. Aquí está:
Los vecinos de las casas cercanas a Agrosa deseamos manifestar lo que en su día no hicimos y creemos que ante el nuevo peligro de que se repita la situación del pasado verano, debemos haceros saber.
Nunca hemos pretendido y mucho menos exigido, como se dijo (e incluso nuestro alcalde publicó en los periódicos) el cierre de la fábrica, sino su conservación en un estado de higiene, seguridad y salubridad para todos. Vemos que, un año más, nuestras casas siguen rodeadas de peligros y basura.
Todo quedó en una anécdota sin importancia y ya nadie recuerda que fuimos desalojadas de nuestras casas muchas familias, dejando a merced del fuego nuestras pocas pertenencias. Os invitamos a pasear por los aledaños de la fábrica y que opinéis si es «humano» mantenernos en estas condiciones.
Todos nosotros pagamos una renta por estas viviendas que contribuye en el beneficio de las arcas municipales.
El otro lado existe (y paga).
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